lunes, 16 de junio de 2008

PRESENTACIÓN del libro en LOGROÑO

(Local de la CNT)


El sábado, 14 de junio, presenté El Día de Barcelona en el local increíble que la CNT tiene en la ciudad de Logroño. Entre otras muchas estancias, alberga un teatro que aún conserva un frontispicio de 1931 con las siglas del sindicato en el centro. E. Alcalde me hizo una entrevista para El Correo que transcribo literalmente.


ENTREVISTA en el periódico “EL CORREO”


«Sí, hubo una revolución anarquista española»

Título: 'El día de Barcelona (crónica del inicio de una revolución)'.

Autor: César Galiano Royo (najerino nacido en Palencia, autor también de la obra 'El exilio está aquí', y con una amplia carrera en el mundo del cómic y la ilustración).


Todo empezó con una conferencia en Gerona en 2002, del histórico escritor anarquista Abel Paz. Éste habló del desconocido término 'revolución española', que despertó el interés del escritor riojano César Galiano. De ahí, seis años después, Galiano ha mutado ese interés en el libro 'El día de Barcelona', un relato riguroso en su documentación y novelado en desarrollo, que abarca las 33 horas que duró la revolución anarquista de Barcelona en julio de 1936, que subordinó la sublevación nacional. Ayer lo presentó en Logroño.

-¿Qué es la revolución española?

-Yo me quedé patidifuso cuando se lo oí a Abel Paz. Empecé a documentarme y sí, hubo una revolución anarquista española: desde el inicio de la Guerra Civil del 36 hasta junio del 37, sobre todo en Cataluña y Aragón, donde se organizó todo el mundo de forma diferente. Es algo que además se ignora, no interesa destaparlo.

-El título es de lo más explícito, ¿busca arrojar algo de luz?

-Sí. La obra habla de un día, 33 horas. Es lo que necesitó el pueblo de Barcelona, no el presidente Companys, para aplastar la sublevación, sin armas. Entonces en Barcelona había 300.000 anarquistas. En el texto se detalla casi minuto a minuto.

-¿Qué incidencia real tuvieron esas 33 horas en la historia?

-Toda. Los anarquistas se hicieron los amos de Barcelona, y de Cataluña. Tanta fue su influencia, que aquel mismo noviembre subieron, por primera y única vez en la historia, cuatro anarquistas a ministerios del Gobierno.

-El libro, ¿es una novela histórica o un relato histórico novelado?

-Creo que tiene un poco de todo. Me gusta definirlo como crónica novelada. Creo que es más preciso, porque la novela histórica suele tener más de ficticio, y en este caso creo que hay más de historia. Casi cada movimiento de los personajes está documentado, salvo los ficticios. Pero éstos 'cantan', están ahí para dar vida a la novela, sacarla del simple ensayo.

-Con todo, es complicado hacer creíble ese diálogo ficción-realidad.

-Muy complicado. La empecé varias veces, y viendo la montaña de datos, personajes..., pensé varias veces 'que lo escriba otro'. Al final, fue curioso, porque enfermé de cáncer de laringe en 2006; y durante el tratamiento escribí el libro. Ahora no sabría decir cómo organicé todos los datos. De hecho, el lector percibe ese barullo, aunque no se embarulla.

-Resulta peligroso trabajar con personajes reales, novelarlos.

-Los toco poco. He procurado respetar la personalidad de cada uno. He procurado mantenerme en un punto objetivo, que no neutral, ojo. Creo que nadie puede ser neutral en algo como la Guerra Civil.

-Acabada su obra, ¿es crítica, adoctrinante o documental?

-Trato que sea un documental. Ahora, he dicho que no soy neutral, se me ve el plumero, no lo niego. Hay veces que cuando nos ceñimos exclusivamente a la realidad, la gente no se la cree. En cambio, un personaje de ficción es siempre de una forma, y es necesaria esa coherencia de comportamiento para darla al resto.

(La foto es de R. Lafuente y también apareció en El Correo)

lunes, 9 de junio de 2008

PRESENTACIÓN del libro en MADRID

(Librería La Malatesta)


El pasado viernes, 6 de junio, presenté El Día de Barcelona en la librería La Malatesta de Madrid. Estuvimos hablando cerca de dos horas y, entre otros asuntos, surgió la posibilidad de escribir la segunda parte de la trilogía sobre la revolución anarquista. Al parecer, a la Fundación Anselmo Lorenzo le gustaría publicar esa segunda parte y, para ello, ha puesto a mi disposición sus archivos interminables. De ese modo tendré acceso a una documentación excepcional y podré continuar con la historia de la Columna Durruti y los demás idealistas.